La belleza de morir, un misterio profundo,
Como el último suspiro de un sol que se hunde.
En el crepúsculo dorado, la vida se desvanece,
Y el alma, como un ave, al infinito se ofrece.
Las hojas caen suavemente, como lágrimas del árbol,
El viento las mece, llevándolas al umbral.
La muerte, no temida, sino abrazada con calma,
Es el último verso de un poema en el alma.
Los colores se desvanecen, como pétalos marchitos,
Y el corazón, cansado, encuentra su último ritmo.
La belleza de morir está en la rendición serena,
En el adiós silencioso, en la paz que se ordena.
Los recuerdos se entrelazan, como hilos de un tapiz,
Cada risa, cada lágrima, tejidos en el abismo.
La belleza de morir es el cierre de un libro antiguo,
Donde las...